Por The Star Staff
ARECIBO – Con esas palabras, pronunciadas por el Papa Francisco al inicio de la Cuaresma 2023, el grupo de laicos Amigos de Monseñor Daniel, reiteró su llamado a que se escuche a los miles de laicos que levantaron su voz debido a la remoción de Monseñor Daniel Fernández Torres como obispo de la diócesis de Arecibo, hace exactamente un año, y que se investiguen posibles irregularidades en el proceso que llevó a su remoción. La referencia a una Iglesia sinodal se da en el contexto de la convocatoria del Papa Francisco a todos los católicos del mundo para que participen de un proceso amplio de consulta en todos los niveles de la Iglesia, que culminará con una reunión en Roma en el 2024 y que pretende profundizar sobre el proceso de escucha y diálogo dentro de la Iglesia.
A esos efectos, el Comité de Amigos de Monseñor Daniel expresó que la forma en que se manejó la remoción del obispo Fernández no es compatible con la llamada que hace el Papa Francisco a una Iglesia sinodal y misericordiosa, como tampoco es reflejo de una auténtica conducta cristiana el trato que se le ha dado a Monseñor Daniel desde entonces. Los miembros del comité de laicos insistieron en su solicitud para que se investigue el proceso que llevó a la remoción de su pastor.
El grupo, que tras la remoción del obispo Daniel Fernández llevó a cabo manifestaciones públicas, cadenas de oración y recogió más de 30 mil cartas y firmas para ser entregadas en Roma, lamentó que, a pesar del llamado del Papa a escuchar la voz de los laicos y darles participación en la Iglesia, sus cartas nunca fueron contestadas, ni se mostrara interés en escucharlos ni recibirlos en Roma. Como parte de sus esfuerzos para continuar promoviendo la unidad y la justicia dentro de la Iglesia Católica en Puerto Rico, el grupo dio a conocer cuatro puntos que definirán su agenda de trabajo futuro. Los puntos dados a conocer son:
1. Que se le conceda a Monseñor Daniel Fernández la oportunidad de presentar su punto de vista sobre los señalamientos que se hicieron en su contra para justificar su remoción y así permitirle defender su buen nombre.
2. Que se le dé a Monseñor Daniel Fernández un trato digno como el obispo que sigue siendo, pues desde su remoción no ha sido atendido por ningún representante eclesial, a pesar de no haber cometido ningún delito, ni incurrido en ninguna conducta escandalosa.
3. Que, cónsono con el llamado a una Iglesia sinodal, se escuche lo que tienen que decir los laicos sobre lo acontecido. Esto ante la realidad de que luego de un año, no se han contestado las cartas enviadas a Roma, ni se ha concedido audiencia alguna.
4. Que se lleve a cabo una investigación sobre el proceso que llevó a la remoción de Monseñor Daniel para determinar si, tal y como ha trascendido públicamente, se le ocultó información al Papa o se llevó información incorrecta o si ocurrió algún otro tipo de error o irregularidad durante el proceso.
En los próximos días el grupo estará enviando cartas y solicitando audiencia con diversos líderes dentro de la Iglesia para hacerles saber sus reclamos y recabar la debida acción.
Finalmente, el grupo reiteró su mensaje de acogida fraternal y sus oraciones por el obispo Alberto Figueroa, obispo de Arecibo desde septiembre de 2022.